El número de aves comunes está en declive en todo el mundo como resultado de la continua destrucción de su hábitat, advierte un estudio de la organización BirdLife International.
El informe, que será presentado en Conferencia Mundial de Conservación, que se celebra esta semana en Buenos Aires, Argentina- es resultado de un estudio llevado a cabo durante 26 años en 124 especies de las aves más comunes.
De acuerdo con BirdLife, 56 de esas especies -las consideradas familiares en la vida cotidiana de las personas- han disminuido en 20 países europeos.
Las más afectadas son las aves asociadas a ecosistemas agrícolas. Por ejemplo, la tórtola europea (streptopelia turtur), ha perdido el 62% de su población en los últimos 25 años.
Mientras, el triguero (miliaria calandra) y la perdiz pardilla (perdix perdix) se han visto afectados en un 79 y 61%, respectivamente.
No sólo Europa ha sufrido una reducción dramática en el número de aves comunes. El informe destaca que en Australia se registra una reducción del 81% de las aves zancudas en tan sólo un cuarto de siglo.
Y las aves migratorias entre Europa, Medio Oriente y África Oriental, ha disminuido en más del 40% en las últimas tres décadas.
Conservación efectiva
El periodista de la BBC Mark Kinver dice que BirdLife utilizará el informe para reclamarle a los gobiernos la adopción urgente de medidas de protección de las poblaciones de aves comunes.
De acuerdo con el documento, los gobiernos han fallado en el cumplimiento de sus planes para reducir la pérdida de la biodiversidad en 2010.
"Durante años, los esfuerzos se han centrados en la conservación de las aves en peligro", declaró a la BBC Ali Stattersfield, responsable del área científica de BirdLife International.
Pero el problema es mucho más extendido de lo que se pensaba y afecta a las aves en su conjunto así como también a toda la biodiversidad, según Stattersfield.
Para Mike Rands, jefe ejecutivo de BirdLife, la solución del problema no está fuera del alcance de las autoridades.
"Una conservación efectiva de la biodiversidad es fácilmente costeable al requerir sumas de dinero relativamente triviales en la escala de la economía global", aseguró.
Rands estima que la protección del 90% la biodiversidad en África, por ejemplo, costaría menos de US$1.000 millones.